¿Qué es el apego infantil?

 

Apego infantil hijos

Hoy se oye a las madres decir ‘mi hijo está muy apegado y no sabe estar solo’, o ‘quiero criar a mi bebé con apego y por eso no puedo dejarlo para nada’… Pero ¿qué es el apego infantil?


En nuestro siglo XXI hay mucha sensibilidad hacia este asunto dentro de la mayor conciencia que estamos tomando de la importancia de lo emocional en todo lo humano y en su bienestar integral. El ser humano es, de entre los mamíferos, el que nace más por hacer.

Esto le brinda todas las posibilidades pero también significa que está más indefenso y solo sobrevivirá si un semejante adulto lo acoge y lo protege.

Ahí entra el tema del apego. Gracias a las conductas de apego el niño* busca proximidad y cobijo en alguien protector.

Sin embargo desde mi trabajo, tanto académico como en el contacto con los padres y sus bebés, detecto una cierta confusión sobre este tema.

Por ello, os traemos unas aclaraciones sobre este tema:

  • Primero, lo que los adultos desarrollan respecto de los bebés es un vínculo afectivo, y lo que desarrolla el niño a lo largo del primer año de vida es apego a una figura principal: la que le cuida y protege. No es lo mismo porque el apego está relacionado con la necesidad vital de la supervivencia y la dependencia del cuidador que tiene el niño, y el vínculo afectivo del adulto hacia el niño, obviamente no.
  • Segundo, para que se desarrolle el apego, un hito fundamental en el desarrollo humano, es necesario que se active y maduren ciertos centros del cerebro infantil entre ellos la memoria lo que sucede hacia los seis meses de edad, cuando los niños “extrañan” y se inquietan ante ciertas personas que no les son familiares, simplemente porque las distinguen de la madre. Y la distinguen porque pueden recordarla cuando no está presente.
  • Tercero, el apego se manifiesta cuando el niño se desplaza por sí mismo, gateando o caminando, y se activa cuando el niño se siente potencial o realmente amenazado: un lugar que le es ajeno, un desconocido que se aproxima o intenta tocarlo, un ruido imprevisto. ¿Cómo? Pues como dice el proverbio “al que buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”: aproximándose a su “buen árbol”, pidiendo que le cojan, agarrándose, escondiéndose detrás y mirando de reojo, incluso llorando buscando consuelo.

A veces es más sutil, alguien desconocido le mira, y el niño mira a la madre a ver si todo va bien; son expertos lectores de emociones especialmente en aquellos de quienes dependen (una habilidad muy útil, ¿verdad?).

Si la madre habla con la persona desconocida de forma relajada y amigable, el niño se relaja también e incluso aceptará de buen grado que se le acerque o él mismo se acercará.

  • Cuarto, el modo cómo reaccionan los niños a situaciones normales de separación expresa su pequeña gran historia de relación con la persona que para ellos es su cuidadora principal. Por tanto, hay diferentes modos por los que los niños manifiestan su apego y unos son más saludables que otros. Por eso además de llevar el tradicional y necesario control del crecimiento físico del niño, es muy recomendable que, aprovechemos los conocimientos con los que contamos hoy en día, y no se descuide el llevar también un control del desarrollo del bebé en todas sus facetas especialmente la relacional-emocional y el apego. El Programa de Apoyo Psicológico P/Materno-Infantil (PAPMI®) ofrece a los padres una oportunidad única de llevar un control integral periódico del progreso de su bebé con la garantía de más de veinte años de experiencia.
  • Por último, el desarrollo saludable infantil tiende a la autonomía y a una auto-regulación emocional progresiva. Esto requiere aprender a esperar, a encontrar modos apropiados de gestionar la frustración y las emociones negativas.

Apego infantilEl niño tiende a la exploración de todo lo que le rodea, en cuanto se siente tranquilo y tranquilizado después de una situación que le ha resultado amenazante, desactiva su conducta de ‘búsqueda y reposo en la sombra junto al buen árbol’ y se aventura a descubrir el entorno para desarrollar su autonomía. Así que, no es mejor ‘apego’ o el niño tiene ‘más apego’ porque no se tranquilice y no se suelte de la madre para nada.
El desarrollo del apego es un hito esencial en el desarrollo emocional del ser humano es la fuente más primaria de los sentimientos de seguridad, autoestima, autocontrol y habilidades sociales.

 

(*) El término ‘niño’ o ‘niños’ se utiliza en este texto en sentido genérico para designar la clase de infantes sin distinción de sexo.

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PILAR CIFUENTES

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